lunes 23 de diciembre de 2024 - Edición Nº112

Opinión | 28 sep 2024

GÉNES DEL CRIMEN

Las extorsiones nacieron en Trujillo

La ola de extorsiones en Trujillo ha marcado una escalada de violencia que parece no tener fin, afectando a transportistas y diversos sectores económicos.


Por: Carlos Conde

Hace más de 18 años se desató la ola de extorsiones a transportistas en Trujillo. Aquí se quemaron buses, balearon vehículos y asesinaron choferes con total impunidad. Aquí los trabajadores de este sector ya se han cansado de hacer paros pidiendo más seguridad. 
¿Saben lo que viene? Anuncios de políticos solo para la tribuna y promesas populistas. Reuniones infructuosas y gastos desmedidos supuestamente para atacar el problema. Pero el problema seguirá y se extenderá a todo tipo de rubros. Las bandas criminales librarán una guerra por tomar el control en determinado territorio. 

Hasta que, cansadas de esperar la respuesta del Estado, las empresas de transporte cederán a las amenazas. Choferes y cobradores quieren seguir con vida, pero también necesitan seguir trabajando. Lamentablemente, en Trujillo y otras ciudades del norte el hampa parece haber ganado la guerra. Casi todos los microbuses, taxis y mototaxis tienen la marca (sticker) de la banda criminal a la que le pagan los cupos. Y el delito afectará a todos los sectores de la sociedad. Desde puestos de mercados, bodegas, restaurantes hasta pequeñas fábricas o consultorios de profesionales; todos son amenazados. Ni los colegios se han salvado de los demenciales ataques. 

Así que, amigos de la capital, cuando hablen las autoridades, congresistas o exministros, pregúntenles qué han hecho para resolver las extorsiones en Trujillo y el norte. Con las mismas recetas conseguirán los mismos resultados. Y ese es el resultado por acá: la normalización de las extorsiones y el crecimiento de las organizaciones criminales.

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