Por: Redacción Top News
Un reciente operativo de la Contraloría General de la República expuso nuevamente la crítica situación del establecimiento penitenciario El Milagro, en Trujillo. El penal enfrenta un alarmante déficit de agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), un problema que se vuelve aún más grave debido al extremo hacinamiento que presenta.

Actualmente, más de 6.000 internos se encuentran recluidos en un espacio cuya capacidad real es de poco más de 1.000. En los pabellones de mínima seguridad, un solo agente debe vigilar a más de mil reclusos, mientras que en los de máxima seguridad apenas dos agentes controlan a más de 450, poniendo en evidencia un serio riesgo para la seguridad interna.

El informe también revela una grave situación de insalubridad dentro del penal. El sistema de alcantarillado se encuentra colapsado debido al hacinamiento, lo que ocasiona malos olores persistentes en varias zonas. A esto se suma la falta de infraestructura adecuada, que ha generado un ambiente propicio para la proliferación de vectores como roedores, moscas y mosquitos.


Estas condiciones aumentan significativamente el riesgo de enfermedades, afectando tanto a la población penitenciaria como al personal del INPE que labora en el establecimiento.