

Por: Redacción TopNews
En el corazón de las comunidades altoandinas de Guandoy, Cordillera Blanca y Santo Toribio de Macate, la Junta de Riego Presurizado (JURP) lidera una de las más ambiciosas iniciativas de restauración y desarrollo forestal sostenible en la región Áncash. Esta labor, articulada con organizaciones comunitarias y el apoyo técnico de SERFOR, se convierte en un modelo ejemplar de cómo la gestión del agua y la reforestación pueden transformar vidas, proteger el medio ambiente y fomentar el crecimiento económico local.
El enfoque de JURP va mucho más allá de una intervención ambiental. Con una visión integral, su trabajo promueve el desarrollo social y productivo de las comunidades, integrando la recuperación de ecosistemas, la generación de empleo y la mejora de la calidad de vida. Bajo esta premisa, la Junta ha iniciado diversos proyectos que ya están dando frutos tangibles.
En Guandoy, por ejemplo, se ha logrado instalar un vivero forestal capaz de proveer 53.000 plantones de queñuales, destinados a reforestar 42 hectáreas de terrenos anteriormente eriazos. Esta acción estratégica no solo reduce la erosión y el riesgo de sequías, sino que mejora la capacidad de retención e infiltración de agua, beneficiando directamente a más de 30 familias e impactando positivamente en toda la provincia de Recuay.
En Cordillera Blanca, a más de 4.200 m s. n. m., se ha dado inicio a la plantación de 100 hectáreas de pino radiata, con el objetivo de recuperar suelos degradados y generar servicios ecosistémicos que mitiguen el cambio climático. Esta plantación también funcionará como cortavientos, purificará el aire y permitirá un aprovechamiento forestal sostenible a largo plazo.
La comunidad de Santo Toribio de Macate también se ha sumado activamente al proyecto, donde JURP desarrolla 100 hectáreas de plantaciones forestales comerciales. Estas estarán orientadas a cubrir la creciente demanda de madera para pallets por parte de los agroexportadores que utilizan las aguas del río Santa. La apuesta es clara: vincular sostenibilidad con productividad, logrando un equilibrio entre conservación y desarrollo económico.
Gracias a la participación activa de cuatro cooperativas locales —Cooperativa Agraria Actriz Nevada de Huandoy, Asociación Marcané, Cooperativa Kivichoway y Asociación de Agricultores—, el proyecto ha logrado movilizar a mujeres y hombres en pie de igualdad, fortaleciendo el tejido social y comunitario.
Cada etapa de esta intervención cuenta con el respaldo técnico, logístico y económico de la Junta de Riego Presurizado, que ha demostrado un compromiso firme y sostenido con el territorio y sus pobladores. Las reuniones periódicas con líderes comunales y los hitos alcanzados hasta la fecha son testimonio del impacto transformador de esta alianza.
La visión de futuro que impulsa JURP tiene un enfoque claro: convertir la reforestación y el manejo forestal sostenible en una fuente permanente de bienestar, ingresos y resiliencia climática para las comunidades de Áncash. La labor de la Junta no solo representa una respuesta efectiva al cambio climático, sino una apuesta firme por el desarrollo humano, la soberanía territorial y la seguridad hídrica.
Este proyecto se consolida como una iniciativa clave en el desarrollo del sector forestal en el Perú, alineándose con los objetivos nacionales e internacionales de conservación ambiental, mitigación del cambio climático y desarrollo inclusivo. Con cada hectárea recuperada, con cada familia beneficiada, JURP demuestra que otro futuro es posible: uno verde, justo y sostenible.