sábado 13 de septiembre de 2025 - Edición Nº376

Mundo | 12 sep 2025

Aranceles en conflicto

Aranceles del 10% de EE. UU. a Perú: un nuevo capítulo en la compleja relación comercial y de cooperación con América Latina

A la administración Trump no le importó el TLC que tiene vigente con el país andino desde el 2009. ¿La decisión puede interpretarse como una represalia contra Perú por su creciente acercamiento con China?


Por: Redactor de TopNews

Perú gozaba de una relación comercial robusta con Estados Unidos, su segundo socio comercial después de China. Sin embargo, todo cambió el 5 de abril del 2025.

El gobierno de Donald Trump empezó a cobrar un arancel del 10 % a productos provenientes de 180 países, entre ellos el Perú, con quien el gigante americano mantiene vigente un Tratado de Libre Comercio (TLC) desde el 2009.

"Esta medida no solo desafió décadas de apertura comercial a nivel internacional; sino que también reconfiguró las reglas del juego para economías emergentes y exportadores tradicionales, como es el caso de Perú", considera Alonso Gómez Sánchez, en un artículo publicado en Editorial, Economía y Finanzas.

Desde entonces, la dinámica comercial entre ambos países está en un punto crucial porque sostienen una tensión inédita que cuestiona años de acuerdos y promesas de cooperación económica.

La medida de la administración norteamericana se inscribe en un paquete regional que afecta a más de veinte países latinoamericanos con tasas similares o mayores, como parte de la política de reciprocidad definida por la administración Trump bajo la premisa de proteger su seguridad económica.


Comercio Perú-EE.UU. antes y después del arancel

El TLC permitió la entrada libre de aranceles para el 98 % de las exportaciones peruanas hacia EE. UU., lo que se tradujo en un crecimiento sostenido de exportaciones valorizadas en miles de millones de dólares, a compartir sectores clave como la agroindustria, la pesca no tradicional, la minería no metálica y la industria textil.

En 2024, el Perú exportó un total de US$ 9,535 millones a EE. UU., siendo este su segundo socio comercial, por detrás de China. Solo en agroexportaciones, ese mercado concentró el 35.5% de los envíos al mundo (US$ 4,398 millones).

Con la nueva tasa arancelaria del 10 %, aunque relativamente baja en comparación con otros países que enfrentan hasta el 50 %, se genera un impacto significativo en los costos competitivos de productos peruanos.

Sectores con alta dependencia del mercado estadounidense ahora enfrentan precios más altos, lo cual podría reducir la demanda y afectar cadenas de suministro consolidadas. Los exportadores deben ajustar estrategias comerciales y buscar diversificación de mercados para mitigar los efectos.

 

Relación entre cooperación y tasas arancelarias

La imposición de aranceles en Estados Unidos se correlaciona directamente con el nivel de cooperación política y comercial entre Washington y los países de Latinoamérica.

Perú, a pesar de su TLC y cooperación tradicional, no quedó exento debido a disputas comerciales previas y temas ligados a prácticas percibidas como desleales, así como preocupaciones de seguridad nacional en el contexto geopolítico.

Estados Unidos ve con preocupación la operación del megapuerto de Chanchay, construido y administrado por China. “Chancay podría incluso ser utilizado por la marina china para apoyar operaciones contra la costa oeste de Estados Unidos”, afirma Evan Ellis, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército estadounidense.

Países con menor alineamiento o disputas con EE. UU. enfrentan tasas sustancialmente más elevadas, como Brasil (50%) o Nicaragua (18%).

Este nuevo esquema arancelario refleja un endurecimiento de la política comercial estadounidense hacia la región, donde la reciprocidad es una bandera pero también una herramienta de presión para modificar comportamientos económicos y regulatorios.

 

¿Qué debe hacer el Perú?

La Sociedad de Comercio de Exterior del Perú (ComexPerú) recomendó que el gobierno peruano no debe ser reaccionario ni represivo. "Aplicar represalias arancelarias no solo sería contraproducente, sino que encarecería productos de consumo básico en el mercado interno. Del mismo modo, ofrecer incentivos tributarios sin análisis técnico puede debilitar la estabilidad fiscal a largo plazo. La estrategia debe estar centrada en fortalecer nuestra competitividad", señaló la organización.

El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo adelantó que viene fortaleciendo acciones orientadas a la diversificación de mercados y promoción de la oferta exportable peruana en otros destinos.

“Estamos participando activamente en ferias internacionales, misiones comerciales y ruedas de negocios, como parte de una estrategia complementaria que busca reducir riesgos y abrir nuevas oportunidades para nuestros exportadores”, señaló la ministra Desilú León Chempén.

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