

Por: Redacción Top News
Las historias de los antiguos azucareros son muy conocidas entre los pobladores del valle Chicama, a través de la tradición oral; sin embargo, la mayoría de esas interesantes vivencias se las llevan los ancianos que, inevitablemente, viajan a la eternidad. Poco se ha escrito sobre ello, y con la finalidad de rescatarlos por medio de la escritura es que surge el proyecto “Historias de cañaverales: encuentro entre generaciones”, promovido por el casagrandino Hugo Valdez Navarro.
Se trata de una novedosa propuesta, pues se enmarca en la experiencia de compartir las historias de los mismos protagonistas, extrabajadores azucareros, con los más jóvenes, en este caso con escolares de la Institución Educativa Casa Grande, quienes también recibirán un taller de escritura y narrativa a cargo del docente y escritor César Clavijo Arraiza.
Los estudiantes, además, participarán de una velada de cuentacuentos a cargo de los poetas casagrandinos David Novoa y Jorge Hurtado, quienes narrarán las historias de antaño en un escenario tradicional y en medio de un espacio ambientado a los años de hacienda y cooperativa.
Con toda las vivencias compartida, los participantes del taller escribirán cuentos propios relacionados con las experiencias de los ancianos, con el propósito de recopilarlos y publicarlos en un libro con ilustraciones.
El subdirector de la I.E. Casa Grande, Joel Gamboa, expresó su satisfacción con el proyecto y, más aún, que los alumnos de su institución hayan sido elegidos para rescatar las tradiciones de esta tierra azucarera.
Al final de las actividades, se realizará una significativa ceremonia en la que los estudiantes recibirán un certificado y se reconocerá a los ancianos que compartieron sus experiencias.
Este evento es posible gracias a la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura, la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Privada Antenor Orrego, la Municipalidad Distrital de Casa Grande, alcalde vecinal de la urbanización Tres de Octubre, y a la I.E. Casa Grande.
Se espera que otras instituciones y empresas se unan a esta causa para lograr que las historias sean publicadas y conocidas no solamente en la región, sino también en todo el Perú y en el extranjero. Las historias de los antiguos azucareros no se deben perder, sino, todo lo contrario, ser rescatadas y compartirlas.