

Por: Redacción Top News
En el Perú, la historia reciente parece escrita más en los expedientes judiciales que en los libros de política. La corrupción, convertida casi en una sombra inseparable del poder, ha marcado a fuego el destino de quienes llegaron a la presidencia. En las últimas tres décadas, el desfile de expresidentes por los tribunales no ha cesado, dejando una estela de escándalos, investigaciones y sentencias que sacuden la confianza en las instituciones.
El caso más sonado del momento es el del expresidente Ollanta Humala (2011-2016) y su esposa Nadine Heredia, quienes fueron declarados coautores del delito de lavado de activos por recibir aportes ilícitos de Odebrecht para sus campañas del 2006 y 2011. El Poder Judicial les impuso 15 años de prisión efectiva, además de una reparación civil de 10 millones de soles. Heredia, además, fue sentenciada a 26 años y seis meses por otros delitos vinculados al mismo caso. La orden de captura inmediata ya fue emitida y Humala será recluido en el penal de Barbadillo. Su cuñado, Ilán Heredia, también fue condenado a 12 años de cárcel.
Pedro Castillo (2021-2022) cumple prisión preventiva tras intentar cerrar el Congreso, acusado de rebelión y traición a la patria , Pedro Castillo fue destituido y detenido tras intentar disolver el Congreso el 7 de diciembre de 2022, en un acto calificado como autogolpe de Estado. La Fiscalía lo acusa de rebelión y abuso de autoridad, y enfrenta un pedido de hasta 34 años de prisión, mientras su defensa niega un levantamiento armado.
Martín Vizcarra es investigado por liderar una red criminal que habría favorecido contratos ilícitos en su gobierno, con sobornos vinculados a obras por más de S/ 274 millones.
Pedro Pablo Kuczynski, cumple arresto domiciliario mientras enfrenta un proceso por lavado de activos, La Fiscalía lo acusa de haber recibido más de 12 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de favorecerla en la adjudicación de obras públicas durante su gestión como ministro de Economía y Finanzas .
Alejandro Toledo (2001-2006) fue extraditado desde EE.UU. por recibir millonarios sobornos de Odebrecht y se prepara para enfrentar juicio en suelo peruano,asimismo se le acusa de haber recibido más de 25 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de favorecerla en la licitación de la carretera Interoceánica.
Una y otra vez, los que prometieron luchar contra la corrupción han terminado hundidos por ella. Estos casos reflejan no solo el deterioro de la clase política peruana, sino una crisis institucional profunda que exige reformas urgentes. En el Perú, ocupar la presidencia no ha sido sinónimo de liderazgo, sino cada vez con más frecuencia el primer paso hacia el banquillo de los acusados.